dimanche 28 novembre 2010

La confianza en Dios


Fuente: http://knowingallah.com/V2/Document.aspx?lang=es&id=916


Querido lector, hemos hablado acerca de la fe en Dios y la diferencia entre el creyente y el musulmán. En este artículo, cuento una historia que leí en uno de los sitios web, y encontré en ella la buena lección para aquellos que querían saber la verdad de la fe; permítame, querido lector, contarla:



“Se dice que uno de los entusiastas del Alpinismo decidió escalar la montaña la más alta del mundo y la más peligrosa. Después de haber preparado para esta tarea peligrosa, empezó a subir a la montaña llevando con él todo lo necesario para alcanzar su sueño… Las horas pasaron rápidamente, y, sin dar cuenta, la noche lo sorprendió con su oscuridad, y había llegado a la media distancia, y el regreso fue mucho más difícil que de continuar el viaje, el hombre no tenía otro remedio que seguir su camino en la oscuridad total y el frío, sin saber lo que le esconde ese camino oscuro.


Después de otras horas con más esfuerzo, y antes de llegar a la cima, el hombre perdió su equilibrio y cayó de la cima de la montaña pocos pasos antes de lograr su gran avance o tal vez menos de unos momentos. Los acontecimientos más importantes de su vida pasaron ante sus ojos rápidamente mientras se chocaba con las rocas de la montaña, él sostuvo la cuerda que estaba atada a su cintura desde el inicio del viaje, y afortunadamente, el gancho de la cuerda estaba bien colgando de la otra parte en una de las rocas de la montaña.


El hombre encontró a si mismo balanceándose en el aire…nada bajo sus pies excepto un espacio sin fronteras, y sus manos llenas de sangre aferradas a la cuerda con el resto de su determinación y persistencia. En medio de esta noche y su crueldad, tomó su respiración como un hombre que le devolvió la alma, sostiene la cuerda en busca de cualquier esperanza de supervivencia con desesperación.


El hombre gritó: “¡Dios, Dios, sálveme!”


Una voz penetró en la tranquilidad respondiéndole dentro de su mente: “¿Qué quieres de tu Señor?”


El hombre dijo con entusiasmo: “¡Sálveme, oh Señor!”


Le respondió el sonido: “¿Crees que el Señor verdaderamente es capaz de salvarte?”


El hombre respondió: "Creo sin duda mi Señor, ¿y quién excepto mi Señor puede salvarme?”

La respuesta fue: "¡Así que deja la cuerda con la que lo manejas!”


Después de un momento de vacilación no duró mucho tiempo, el hombre se adjuntó a su cuerda más y más.


Al día siguiente, el equipo de rescate encontró el cuerpo de un hombre a una altura de un metro de la superficie de la tierra, sosteniendo en su mano una cuerda, y totalmente congelado por el frío.
¡A una altitud de sólo un metro de la superficie de la tierra!!


¿Y usted, querido lector?
¿Usted ha dejado la cuerda?
¿Todavía cree que sus cuerdas van a salvarle?

Si en el medio de su dolor y sus problemas... cuente en su sabiduría y su inteligencia y no cree en la capacidad de Dios para arreglar sus cosas para usted y ayudarle... Asegúrese de que le falta mucho para saber el significado de la fe...


Si usted piensa que su jefe es el que tiene el derecho de mejorar su situación, esta una nueva cuerda imaginaria que usted se sostiene a ella.


Y si usted piensa que su hacienda, su puesto, o su familia le hacen no necesita a Allah, esto es mucho más extraviado.


Tiene que confiar en Él; y la fe verdadera en Él y la confianza en Él es confiar en Él y en lo que tiene, porque es mayor y más duradero que lo que usted tiene en su vida terrenal, y ponerse en manos de Allah confiando en Su buena gerencia.

Ese cuento alegoría ha señalado a nuestra atención que nos podemos olvidar, cuando estamos acercándonos a nuestro sueño, de los derechos de Dios para nosotros, y que la ambición con su brillo puede hacernos ciegos y abruma la mente, y nos hace en el largo plazo, no vemos que sólo nuestras manos que obran, nuestros pies que andan, y nuestra mente que piensa; y nos hace olvidar La Mano Superior que está detrás de todo esto, y no recordamos de Dios que en tiempos de crisis, angustia, y de necesidad.

Pero el que no se acostumbra a confiar en las órdenes de Dios, su certidumbre no sería vivo y honesto.


La cuerda en el cuento anterior no es que “las razones” que, a pesar de su importancia y nuestra necesidad a ella, sin embargo, ella sola sin ser acompañada con fe y certeza, no es capaz de rescatarnos, o tal vez incluso nos envanecemos de ella y nos hace llegar al peligro, y nos encontramos perdidos y deteriores, ¡y no queda al camino de la salvación que solo dos pasos, o dos metros!.

5 sunan a poner en práctica al escuchar el llamado a la oración






Dice Ibn Al Qaim -que Allah se apiade de él-:


Hay cinco sunan que se practican al escuchar el Adhan (1)


La primera: Contestar al almuédano
La prueba: Dijo el Mensajero de Allah –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él -:


“Cuando el almuédano dice: “Allah es más grande, Allah es más grande”. Y alguien de vosotros repite: “Allah es más grande, Allah es más grande”. Luego dice el almuédano: “Atestiguo que no hay otra divinidad salvo Allah”. Y repite (alguien de vosotros): “Atestiguo que no hay otra divinidad salvo Allah”. Luego dice el almuédano: “y atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Allah”. Y repite: “y atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Allah”. Luego dice el almuédano: “Acudid a la oración”. Y repite: “no hay fuerza ni poder sino en Allah”. Luego dice:






“Acudid a la salvación”. Y repite: “No hay fuerza ni poder salvo en Allah”. Luego dice el almuédano: “Allah es más grande, Allah es más grande.” Y repite:


“Allah es más grande, Allah es más grande.” Luego dice el almuédano: “No hay otra divinidad salvo Allah”. Y repite: “No hay otra divinidad salvo Allah” con el corazón, (con sincerad), entrará al Paraíso.”


Relatado por Muslim.


La segunda: Pedir bendiciones para el Profeta –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-

La prueba: Dijo el Mensajero de Allah –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-: “Cuando escuchéis al almuédano, repetid lo que él pronuncia, y pedid las bendiciones de Allah para mí”. Todo aquel que pida bendiciones para mi recibirá para él mismo diez bendiciones de Allah.”


Relatado por Muslim


La tercera: Pedir a Allah la Wasilah para su Mensajero –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-


La prueba: Dijo el Mensajero de Allah –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-: “Cuando escuchéis al almuédano, repetid lo que él pronuncia, y pedid las bendiciones de Allah para mí. Todo aquel que pida bendiciones para mi recibirá para él mismo diez bendiciones de Allah. Luego pedid a Allah, Al-Wasilah para mí el cual es el lugar del Paraíso destinado sólo para uno de los siervos de Allah y yo espero ser ese siervo. Y entonces quien pida que se me conceda Al-Wasila, se asegurará mi intercesión”. Relatado por Muslim.






Y dijo –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- : “Y quién dice luego de escuchar el adhan: “Al-lahumma Rabba hadhihi da'wuati tamma wa as-salaatil qa-‘ima, ati Muhammad al-wasilata wal fadila wa ab’azhu maqaman mahmudan al-ladhi uaâdtah”


("¡Oh Al-lah! Señor de este llamado perfecto, y de esta oración establecida, concede a Muhammad, Al Wasilah y Al Fadilah y Concédele la posición elogiada que le Has Prometido), será merecedor de mi intercesión” Relatado por Al Bujari (2)


La cuarta: Decir: “Me complazco con Allah como Señor, con el Islam como religión y con Muhammad – que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- como Mensajero”


La prueba: Dijo el Mensajero de Allah –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-: “Quién dice luego de escuchar al almuédano: “y yo atestiguo que no hay otra divinidad salvo Allah, único sin asociados, y que Muhammad es su siervo y mensajero. Me complazco con Allah como Señor, con el Islam como religión y con Muhammad –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- como mensajero, Allah le perdonará sus pecados.” Relatado por Muslim.




La quinta: Pedir para sí mismo lo que quiera


La prueba está en el relato de Abi Daud, de Abdillah Ibn Amru –que Allah esté complacido con él- quién dijo al Mensajero de Allah –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-:


“Los que llaman a la oración son mejores que nosotros”. Dijo entonces el Mensajero de Allah –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él: “Di lo que dicen (repite lo que dicen) y al terminar, pide y te será concedido”


En el relato de Atirmidhi, de Anas –que Allah esté complacido con él-, del Mensajero –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- quién dijo: “La súplica entre el Adhan y la Iqama (3) no es rechazada”.


Hermanos y hermanas, aprendamos estas sunnah, enseñémoslas a la gente para difundir la Sunnah de nuestro amado Profeta –que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-.






(1)El Adhan:


es el anuncio de que el tiempo de un Salât en particular ha comenzado. Este aviso se hace con palabras específicas, y con el propósito de llamar a las personas a orar en congregación. Es un rasgo distintivo de la sociedad islámica y su práctica religiosa. Es obligatorio para toda sociedad islámica establecerlo.


Las palabras del Adhân son:






Allahu Akbar, Allahu Akbar ; Allahu Akbar, Allahu Akbar ,

“Allah Es El más Grande” (se repite 4 veces)


Ash-hadu an la ilaha illa-Allah, Ash-hadu an la ilaha illa-Allah


“Atestiguo que nadie tiene el derecho de ser adorado salvo Allah” (dos veces)


Ash-hadu an-na Muhammadan Rasul-ullah, Ash-hadu an-na Muhammadan Rasul-ullah


“Atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Allah” (dos veces)


Haiya 'ala as-Salâh, Haiya 'ala as-Salâh

“Venid de prisa hacia el Salât” (dos veces)


Haiya 'alal-Falâh, Haiya 'alal-Falâh


“Venid de prisa hacia el éxito, la felicidad” (dos veces).


Allahu Akbar, Allahu Akbar,


“Allah Es El más Grande” (dos veces)


La ilaha illa-Allah

“Nadie tiene el derecho de ser adorado salvo Allah” (una vez). Nota: En la llamada para la oración del Fayr (del alba) se agrega luego de Haiya 'alal-Falâh:


As-Salatu Jairum minan naum , As-Salatu Jairum minan naum


“El Salât es mejor que dormir” (dos veces)


Fuente: http://www.nurelislam.com/OracionFotos/index.html


(2)http://www.islamweb.net/esp/index.ph...cles&id=149877


(3)El Iqâmah es igual que el Adhân, pero se realiza inmediatamente antes de iniciar la oración obligatoria, para así congregar a las personas en la mezquita en filas ordenadas. Las palabras del Iqâmah son las siguientes:






Allahu Akbar, Allahu Akbar,

“Allah Es El más Grande” (dos veces)


Ash-hadu an la ilaha il-la-Allah

“Atestiguo que nadie el derecho de ser adorado salvo Allah” (una vez)


Ash-hadu an-na Muhammadan Rasul-ullah


“Atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Allah” (una vez)

Haiya 'ala as-Salâh


“Venid con prisa hacia el Salât” (una vez)


Haiya 'alal-Falah


“Venid con prisa hacia el éxito, la felicidad” (una vez)


Qad Qâmatis-Salâh , Qad qâmatis-Salâh


“Se ha establecido el Salât” (dos veces)

Allahu Akbar, Allahu Akbar,


“Allah Es El más Grande” (dos veces)

La ilaha il-la Allah

“Nadie tiene el derecho de ser adorado salvo Allah” (una vez)

Fuente: http://www.nurelislam.com/OracionFotos/index.html





Por : Imam Ibn Qaim Al Yawzia


Traducido por: Umm Ayman


Fuente: Extraído del libro Al wabil Asayeb minal kalimi atayeb

La Sunnah cuando llueve

Dejar voluntariamente que la lluvia moje parte del cuerpo cuando empieza a llover





Abu Daud n° 5100, Ahmad Vol3/133 y 267, Anasai’ en Al Kubrah n° 1849, Al Bujari en Adab Al Mufrad n°571 e Ibn Abi Asim en su obra Asunnah Vol3/ 464 relatan que cuando empezaba a llover, el Mensajero de Allah -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-, descubría una parte de su cuerpo y la exponía a la lluvia.






El hadiz es el siguiente: Anas -que Allah esté complacido con él- ha relatado:






Un día, mientras estábamos con el Mensajero de Allah -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-, empezó a llover, entonces descubrió su vestido de tal manera que la lluvia lo mojó. Le preguntaron porque lo había hecho y respondió porque la lluvia provenía de Allah.






Puntos que hay que retener del hadiz:


-El agua de la lluvia es pura y bendita, precisamente porque no alcanzó la tierra sobre la cual han desobedecido a Allah. (Punto sacado de la explicación de Sahih Muslim del Shej Ar-Rajahi).


-Es recomendable cuando empiece a llover dejar que la lluvia moje una parte del cuerpo.


-El hecho de que el Profeta -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- no ordenó a sus compañeros hacer lo mismo que él, es una prueba de que no es una obligación sino algo recomendable. (Punto sacado de la explicación de Bulugh Al Maram del Shej Al Uzaimin)


-Preguntar al Noble Profeta -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- al verle poner en práctica algo desconocido. (Punto sacado de la explicación del Adab al Mufrad del Shej Abu Loqman As-salafi).




En el comentario de este hadiz, el Imam An-Nawawi dijo:


“Y en este hadiz hay la prueba sobre la cual se basan nuestros compañeros para afirmar que es recomendable cuando empiece a llover, descubrir una parte del cuerpo que no sea del awrah a fin de exponerla a la lluvia. [...]”






El Shej Abdul Aziz Ibn Baz (en su colección de Fatawa Vol13 Pág. 64) afirma:


“Esto demuestra que es recomendable para el hombre descubrir una parte de su cuerpo (tal como el brazo o la cabeza) y dejarla mojarse por la lluvia como lo hizo el Mensajero de Allah -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él-. Lo que ha sido legislado entonces es que el musulmán se quite por ejemplo el turbante o que arremangue su manga para que la lluvia le moje la cabeza, el brazo, el tibia…etc. y el resto de los miembros que le está permitido enseñar ante la gente como el pie, el tibia, la cabeza, la mano…”


Shej Salih Al Fawzan explica en su (explicación de Bulugh Al Maram, comentario del hadiz 541 del capítulo de la lluvia):


“El agua de la lluvia es bendita y pura, por eso es recomendable para el musulmán salir por ejemplo cuando empiece a llover y mojar una parte de su cuerpo (cabeza, mano, pie…) y luego pronunciar la súplica que el Mensajero de Allah -que la paz y las bendiciones de Allah sean con él- solía pronunciar cuando llovía.”


El shej Abdul Mohssin Al Abbad (en su explicación de Sunan Abi Daud K7n°370


20mn:35seg) y el shej Abdul Aziz Ar-Rajahi (en su explicación de Bulugh Al Maram Vol1 Pág.269) lo citan también.



Al practicar esta sunnah, el musulmán pronuncia la súplica de la lluvia:



“¡Oh Al-Lah! (Concédenos que esta lluvia sea) una lluvia benefactora”.


اللَّهُمَّ صَيِّباً نَافِعاً

Allâhumma sayyiban nâfi'an.






El creyente dice después de cesar la lluvia:






“Se nos ha concedido lluvia por gracia y misericordia de Allah”


مُطِرْنَا بِفَضْلِ اللَّهِ وَرَحْمَتِهِ

Mutirnâ bi-fadli l-lâhi wa rahmatihi.






Cabe mencionar que hay momentos en los que las súplicas son más susceptibles que sean aceptadas como a la hora de romper el ayuno, entre el adhan y la iqama, al ver la kaaba, y cuando llueve…etc.






Preparado por : Mounib Abou Houdheyfa Al Ifriqy
Traducido por: Umm Ayman