
Era plena medianoche, cuando escuchamos a una mujer decir a su hija: "¡Oh, hija mía levántate y mezcla esta leche con algo de agua!" Dijo la muchacha: "¡Oh, madre! ¿Acaso hoy no escuchaste el decreto del jefe de los creyentes (Amîr Al Mu'minîn)? La madre preguntó: "¿De qué se trata?" La muchacha respondió: "Él ordenó a alguien que anuncie en voz alta que la leche no debe ser mezclada con agua." La madre dijo entonces: "Levántate y ve a mezclar la leche con agua, pues tú estás en un lugar donde ‘Umar
Volví hasta ‘Umar
Este es el profundo sentido de piedad que el Islam había implementado en el corazón de esta joven mujer. Ella era honrada y recta en todos sus asuntos, sean éstos públicos o privados, porque creía con convicción que Allah estaba con ella todo el tiempo, observando y escuchando todo lo que hacia. Ésta es la verdadera fe, y éstos son los resultados de esa fe que la elevaron al nivel del ihsân. Una de las recompensas inmediatas con la cual Allah
la agració fue ese matrimonio bendito, uno de cuyos descendientes fue el quinto Jalîfah bien guiado: 'Umar Ibn ‘Abd Al ‘Azîz
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Fuente: Sifah As Safuah y en Uafiiât Al A‘iân y citada por Ibn Al Yauzi en su libro Ahkâm An Nisâ'. (Pág. 441-112):
Extraido del libro: La verdadera personalidad de la mujer musulmana
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