El pudor,su influencia y virtud (2)

Segunda Jutbah:


Alabado sea Allah por Sus infinitas gracias. Atestiguo que no hay otra divinidad excepto Allah, Único, sin copartícipes, y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, que la paz y las bendiciones sean con él, con su familia y sus compañeros.



A través del pudor se logra el rango de los elegidos, de los Profetas y veraces, quienes iluminaron el camino de los nobles con su pudor.

El Profeta Yusuf (que la paz sea con él) fue sincero con el administrador de los bienes de Egipto, quien lo había alojado en su hogar, cuando la esposa de éste lo invitó a cometer un mal, tras cerrar las puertas y decirle que fuese hacia ella, se contuvo por la vergüenza y certeza que tenía de que Allah siempre lo estaba observando y le respondió:
“¡Que Allah me proteja! Por cierto que mi amo, el administrador, me honró en una buena morada. Debes saber que los inicuos no tendrán éxito”.
Allah elevó su rango en este mundo debido a su pudor y lo nombraron encargado del tesoro de Egipto y un Profeta sincero.

Allah también elevó el rango de la virgen María (que la paz sea con ella) al mantener su castidad haciendo que su embarazo y parto fuesen un signo de la grandiosidad del Señor del universo y un motivo de reflexión para la posteridad.

Dice en el Sagrado Corán: “A la María virgen le insuflamos de Nuestro espíritu e hicimos de ella y de su hijo un signo (de Nuestra grandiosidad) para los mundos” y dice: “Y también a María, hija de ‘Imrán, quien preservó su castidad; infundimos en ella [a través del Ángel Gabriel] Nuestro Espíritu. Ella creyó en la veracidad de las Palabras [de Allah] y en Su Libro, y se contó entre las devotas” (66:12).

Alcanzó con su pudor y castidad un rango de nobleza muy elevado.

El sello de los Profetas y Mensajeros, Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), alcanzó el grado de nobleza y la complacencia divina a través de su gran pudor. Sus compañeros decían que era sumamente pudoroso.

Cuando se pierde el pudor la persona queda a merced de sus instintos y se inclina a los placeres prohibidos.

Satanás le alimenta sus deseos hasta hacerle caer en pecados, debilitar su pudor y hacerle perder completamente la religiosidad, ya que llega a considerar a la religión como un impedimento para satisfacer sus pasiones.

Satanás procura que el siervo pierda el pudor para que así pierda la comprensión del Islam y transite por caminos equivocados. En vez de ser un ejemplo de una persona de bien para los no musulmanes, se transforma en un mal ejemplo que invita a abandonar la buena moral.
Éste es uno de los motivos por los que los no musulmanes no se interesan por el Islam, ya que ven a quienes se dicen buenos musulmanes desobedeciendo a Allah y cometiendo atrocidades.

Salmán al Farisi (que Allah esté complacido con él) dijo: “Cuando Allah quiere destruir a un siervo le quita el pudor”.

Le rogamos al Altísimo que nos agracie con el pudor y que proteja con Su infinita misericordia a nuestras esposas e hijos.