Sabemos que las calamidades pueden deberse a pecados cometidos y que sirven para expiar esos pecados pero ¿Cuál es la sabiduría detrás de las calamidades debieron soportar los Profetas?
Alabado sea Allah.
En primer lugar:
Haber cometido pecados es una de las razones de las calamidades, pero no es la única. Allah puede poner a prueba a Sus siervos que no pecaron para que puedan obtener la recompensa de los pacientes y logren así subir de categoría. Allah también puede poner a prueba a algunos niños y los niños no tienen pecados. Para conocer más acerca de las calamidades, tenga a bien consultar la pregunta N° 35914.
En segundo lugar:
Las personas a quien más severamente se ha puesto a prueba son los profetas.
Al-Tirmidhi (2398) narró que Sa’d ibn Abi Waqqas (que Allah esté complacido con él) dijo: Dije: “Oh, Mensajero de Allah ¿A quién de todas las personas se somete a las mayores pruebas?” Él respondió: “A los Profetas, luego a los que les siguen en excelencia, y luego a los que le siguen a éstos últimos”. Un hombre será puesto a prueba de acuerdo con el nivel de compromiso religioso que haya asumido. Si su compromiso religioso es fuerte, se lo pondrá a prueba más rigurosamente; si su compromiso religioso es débil, se lo pondrá a prueba en consecuencia. Las calamidades continuarán ocurriéndole a las personas hasta que caminen sobre la tierra sin pecados sobre sus hombros”. Clasificado como sahih por al-Albani en al-Silsilah al-Sahihah, 143.
En Su Libro, Allah menciona los diferentes tipos de calamidades que les acontecen a los Profetas.
Allah dice:
“Y revelamos a Moisés el Libro, y después de él enviamos Mensajeros, y concedimos a Jesús, el hijo de María, pruebas evidentes y le fortalecimos con el Espíritu Santo [el ángel Gabriel]. ¿Es que cada vez que se os presentaba un Mensajero que no satisfacía vuestros deseos os ensoberbecíais y desmentíais a unos, y a otros les matabais?”
[al-Baqarah 2:87]
“Y cuando se les dice: Creed en lo que Alá ha revelado, responden: Creemos en lo que Alá nos reveló pero no en lo que vino después, a pesar de ser la Verdad que corrobora lo que tienen. Di: ¿Por qué, si erais creyentes, asesinasteis a los Profetas de Alá?”
[al-Baqarah 2:91]
“Y si te desmienten, también fueron desmentidos los Mensajeros que te precedieron; vinieron con las pruebas claras, las Escrituras y los Libros Luminosos [la Tora y el Evangelio].”
[Al ‘Imran 3:184]
“Y [recuerda ¡Oh, Muhámmad!] cuando Moisés dijo a su pueblo: ¡Oh, pueblo mío! ¿Por qué me maltratáis sabiendo que soy el Mensajero de Alá enviado a vosotros? Y cuando se alejaron [de la Verdad], Alá desvió sus corazones [alejándolos de la Guía]; en verdad Alá no guía a los corruptos.”
[al-Saff 61:5]
“Entre ellos [los hipócritas] hay quienes critican al Profeta y dicen: Es todo oídos [y acepta todo lo que le dicen], pero ello es para vuestro bien. Él [el Profeta Mujámmad] cree en Aláh, confía en [la palabra de] los creyentes y es una misericordia para quienes verdaderamente creen de vosotros. Y quienes hostiguen al Mensajero de Alá recibirán un castigo doloroso.”
[al-Tawbah 9:61]
Ibraahim (que la paz sea con él) fue probado con la enemistad de su padre y su pueblo, quien lo arrojó al fuego.
Allah dice (interpretación del significado):
“Exclamaron: ¡Quemadle si es que os habéis propuesto defender a vuestros ídolos! Dijimos: ¡Oh, fuego! Sé fresco y no dañes a Abraham. Pretendieron deshacerse de él, pero hicimos que ellos fueran los perdedores.”
[al-Anbiya’ 21:68-70]
Y fue puesto a prueba con la orden de sacrificar a su hijo Isma’il
Allah dice (interpretación del significado):
“Y cuando éste alcanzó la pubertad, [Abraham] le dijo: ¡Oh, hijito mío! En verdad he visto en el sueño que te sacrificaba; mira pues, qué opinas. Dijo: ¡Oh, padre mío! Haz lo que te es ordenado; por cierto que me encontrarás, si Alá quiere, entre los pacientes. Y luego que ambos se resignaron, y lo echó sobre la frente [para sacrificarlo], le llamamos: ¡Oh, Abraham! Has realizado tu visión. Y por cierto que así retribuimos a los benefactores. En verdad, esta es una verdadera prueba. Y lo rescatamos [a su hijo], ordenando a Abraham que sacrificara en su lugar un animal e hiciera una gran ofrenda.”
[al-Saffat 37:102-107]
Ibn al-Qayyim dijo en al-Fawa’id (pág. 42)
El camino es el camino por el cual Adán se esforzó, y por el cual Noé lloró, y Abraham fue arrojado al fuego, e Isma’il fue dispuesto para ser sacrificado, y Yusuf fue vendido a un bajo precio y permaneció en prisión durante varios años, y Zacarías fue cortado en dos con una sierra, y Yahya fue asesinado, y Job padeció una grave enfermedad, y Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) sufrió privaciones y fue sometido a toda suerte de pruebas. Fin de la cita.
A nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le contaron acerca de las calamidades a las que se enfrentaría desde el primer día de su Profecía.
Waraqah ibn Nawfal dijo: “Ojalá fuera joven, ojalá estuviera vivo cuando te expulsen". El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) preguntó: “¿Me expulsarán?” Él le respondió: “Sí. Ningún hombre ha venido jamás con eso que tú has traído sin haberse enfrentado a la hostilidad. Si vivo para ver ese día, te defenderé fuertemente…” Narrado por al-Bujari (4).
En tercer lugar:
En cuanto a la sabiduría detrás de las calamidades que les ocurrieron a los profetas, Ibn al-Qayyim dijo en Bada’i’ al-Fawa’id (2/452):
Del mismo modo que Allah protege y cuida de los Profetas, también los pone a prueba según Su voluntad con la persecución de los incrédulos.
1- Para que puedan alcanzar un nivel en el cual merezcan Su honor absoluto.
2- Para que aquellos que vengan después de ellos de sus naciones y sus sucesores encuentren consuelo si son perseguidos por el pueblo; verán lo que les sucedió a los Mensajeros y a los Profetas y así serán pacientes y estarán complacidos y seguirán su ejemplo.
3- Para que los incrédulos puedan dejarse llevar por sus pecados y merezcan el castigo que les espera en este mundo y en el Más Allá, para que Allah los destruya por su animosidad y sus agresiones y para que la tierra quede limpia de ellos.
Estas son algunas de las razones por las cuales Allah puso a prueba a Sus Profetas y Mensajeros mediante la persecución de su pueblo. La Gran Sabiduría es Suya y de Él provienen bendiciones perfectas. No existe bondad más que Él y no existe otro Señor más que Él. Fin de la cita.
Ibn al-Qayyim dijo en Miftah Dar al-Sa’adah (1/299-301):
Si ponderas la sabiduría de Allah en las pruebas que Él impone a Sus siervos y a Sus elegidos, a través de las cuales Él les ordena alcanzar las más altas metas y obtener las más altas posiciones, que no podrían haber alcanzado sin estas pruebas… todas estas pruebas son, en definitiva, una especie de honor, ya que si bien aparentan ser pruebas, en realidad son piedad y bendiciones. ¿Cuántas de las grandes bendiciones de Allah son la consecuencia directa de pruebas?
Pensemos en la historia de nuestro padre Adán (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y en cómo su prueba terminó con su elección y su acercamiento a Allah y con el arrepentimiento y en su orientación y en la elevación de su categoría.
Pensemos en la historia de nuestro segundo padre Noé (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y en cómo su prueba y la paciencia para con su pueblo durante todos esos siglos lo condujo a la victoria, cuando las personas de la tierra murieron ahogadas en respuesta a sus oraciones y la humanidad toda a partir de ese momento descendió de su vástago y Allah lo convirtió en el quinto de cinco, los Mensajeros de la perseverancia (cf. al-Ahqaf 46:35), que son los mejores Mensajeros de todos. Y Allah le encomendó a Su Mensajero y Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que sea paciente como él, y lo alabó por su gratitud, diciendo (interpretación del significado): “En verdad era un siervo agradecido.” [al-Isra’ 17:3].
Y pensemos en la historia de nuestro tercer padre Ibrahim (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), el imam de los monoteístas y el Sheik de los Profetas, el pilar del mundo y el Amigo Íntimo del Señor de los Mundos entre los hijos de Adán. Pensemos sobre aquello a lo que condujeron sus pruebas y su paciencia y el haberse ofrecido a Allah. Pensemos en cómo el ofrecerse a Allah y defender su religión hizo que Allah lo considerara un amigo íntimo (jalil) para Él… Y Allah multiplicó a sus descendientes y los bendijo y los reprodujo hasta que llenaron el mundo, y Él hizo que la Profecía y los Libros sagrados se limitaran a su progenie de allí en adelante y Él les trajo a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le ordenó que siguiera el camino de su padre Ibrahim.
Pensemos ahora en aquel que habló con Allah, Moisés (que la paz sea con él), y a qué condujeron sus pruebas desde el día de su nacimiento hasta el final de su vida, hasta que Allah le habló directamente y lo acercó a Él, Él escribió la Torah para él con Su mano y lo elevó a los más altos cielos, y lo perdonó por algo que no perdonaría a nadie más, pues él rompió las Tablillas al arrojarlas al suelo y tomó al Profeta de Allah Arón por la barba y lo atrajo hacia él, y abofeteó el rostro del Ángel de la Muerte y le sacó el ojo, y discutió con su Señor la noche del Isra’ acerca del Mensajero de Allah, pero su Señor lo amaba a pesar de todo eso y nada de lo que hizo logró que su Señor se enfadara con él ni redujera su categoría ante Él. Por el contrario, está cerca de Allah. Si no hubiera sido por las grandes pruebas y calamidades que ya había atravesado por la causa de Allah y por las grandes privaciones que había sufrido con Faraón y su pueblo y luego con los Hijos de Israel, y por el daño que le causaron y la paciencia con la que lo soportó, no habría podido alcanzar todo lo que alcanzó.
Pensemos en el Mesías (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y su paciencia al tratar con su pueblo, su tolerancia por la causa de Allah y todo aquello con lo que tuvo que lidiar, hasta que Allah lo elevó y lo purificó de aquellos que descreían y se vengó de sus enemigos, desparramándolos por toda la tierra y despojándolos de su reino y de su orgullo hasta el final de los tiempos.
Y cuando lleguemos a la historia del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y pensemos en su experiencia con su pueblo y en su paciencia por amor a Allah, en cómo soportó cosas que ningún otro Profeta había tenido que soportar, enfrentándose a toda clase de situaciones, protección y temor, riqueza y pobreza, seguridad y estabilidad en su propia tierra de origen, en cómo tuvo que alejarse y dejarla atrás por amor a Allah, en muerte de sus seres queridos y sus amigos frente a sus ojos, en la persecución sufrida a manos de los incrédulos con la palabra y con los actos, usando magia, mentiras e inventos en su contra, pero a pesar de todo, él fue paciente al obedecer las órdenes de Allah y al llamar al pueblo para que se acercara a Allah. A ningún Profeta se lo persiguió de la manera en que se lo persiguió a él, ningún Profeta sufrió lo que sufrió él por amor a Allah y a ningún Profeta se lo recompensó como se lo recompensó a él, pues Allah puso su reputación en lo más alto (cf. al-Sharh 94:4), unió su nombre al Suyo y lo convirtió en el líder de toda la humanidad; lo convirtió en lo más cercano a él de la creación, el de la máxima categoría ante Él y en aquel cuya intercesión siempre es aceptada. Por todo lo expuesto, estas pruebas y calamidades fueron, en definitiva, un honor para él, a través del cual Allah aumentó sus honores y sus virtudes y le concedió la más alta de las categorías.
Y lo mismo sucede con sus herederos, los que vengan después de él: a cada uno le corresponderá su cuota de pruebas, las cuales le ayudarán a alcanzar la perfección de acuerdo a cuánto sigan los pasos del Profeta.
Y Allah sabe mejor.
Islam Q&A
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