
La llegada de Ramadan trae consigo uno de los acontecimientos más importantes y especiales para los musulmanes: Lailat ul Qadr, la noche del decreto o del destino. Como sabemos, esta es la noche en la que el Profeta Muhammad

Del mismo modo que un suceso notable de la vida es recordado de forma especial a lo largo de los años, así la revelación del Corán es el acontecimiento más importante para todos los musulmanes. La posición sagrada y predominante que ocupa el Corán en la vida de cada musulmán y dentro de la comunidad es algo que sobrepasa cualquier descripción.
El Corán trata sobre la unidad de Allah y es una llamada a adorarlo sólo a él. Alrededor de ello se nos ofrece un registro de sucesos presentes y futuros, así como la historia de diversos pueblos que vivieron antes que nosotros. Esto nos aporta las lecciones por medio de las que aprendemos a desenvolvernos en la vida de este mundo, al tiempo que nos preparamos para la vida futura. El Corán es también un medio para vivificar el corazón mediante el conocimiento de los nombres y los atributos de Allah, exaltado sea. Su mensaje insufla vida y esperanza en el corazón y el espíritu de las personas, clarificando y fortaleciendo su relación con el Señor y Creador.
El Corán también establece los cauces para las relaciones entre individuos y entre el individuo y la comunidad. La Guía divina establece una sociedad armoniosa en la que cada musulmán y musulmana puede alcanzar su objetivo último de adorar a Allah, ensalzado sea, como él estableció.
Si Ramadan es el mejor de los meses, Lailat al Qadr es la mejor de las noches. Los corazones se agitan con la sola idea de esta ocasión, ya que el Corán fue hecho descender como advertencia y guía en esta noche bendita:
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