lundi 28 septembre 2009

La purificación (At-Tahárah (II)



Es permitido usar cualquier recipiente para la ablución u otro fin, siempre que el mismo no sea de hecho de un elemento impuro, de oro o plata, y tampoco haya sido robado. Quien use un recipiente ilícito para su ablución, ésta será válida pero se le registrará un pecado por ello.


Está permitido usar recipientes o vestimentas que pertenezcan o hayan sido fabricados por no musulmanes aunque se desconozca su condición de puro o impuro, porque el origen de los mismos es la pureza. Si se sabe que están sucios con alguna impureza, entonces es obligatorio purificarlos con agua.

Veredicto sobre la utilización de utensilios de oro y plata

Tanto hombres como mujeres tienen prohibido comer o beber en utensilios de oro o plata, o darles algún otro uso. Se exceptúa de esta prohibición lo siguiente: Es lícito para las mujeres engalanarse con oro o plata. Es lícito para los hombres usar anillos de plata. Es lícito usar oro o plata cuando no existe otra alternativa en un tratamiento médico.

Hudhaifah Ibn Al-Yamán (Allah se complazca con él) dijo: Oí al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir: “¡No vistan seda ni brocado! ¡No coman ni beban en recipientes de oro o plata! Esto es para ellos (los no musulmanes) en esta vida y para nosotros (los musulmanes) en la otra”.

La esposa del Profeta Umm Salamah (Allah se complazca con ella) relató que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien bebe en recipientes de plata llena su estómago con fuego del Infierno”.

Clases de impurezas

Las impurezas de las cuales el musulmán debe higienizarse si alcanzan su cuerpo o su ropa son las siguientes: la orina, el excremento, el vómito, la sangre derramada, la sangre de la menstruación o el posparto, las emisiones pre-seminales, los animales muertos por causa natural (excepto peces o langostas), la carne de cerdo, la orina y el excremento de todo animal que sea ilícito comer, como el asno o la mula, la saliva del perro, la cual debe lavarse siete veces, la primera con tierra.

Ibn ‘Abbás (Allah se complazca con él) relató que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) pasó por dos tumbas cuyos habitantes eran castigados, y dijo: “Ciertamente que están siendo castigados, y no es por un pecado mayor. Uno de ellos no se ponía a resguardo de su orina y el otro difundía chismes maliciosos”. Luego tomó una hoja de palma, la partió en dos y clavó una mitad en cada tumba. Entonces le preguntaron: ¡Mensajero de Allah! ¿Por qué hiciste eso? Dijo: “Tal vez se les reduzca el castigo hasta que se sequen”. Siendo esta acción del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) una situación especial de su persona, ya que él fue informado por Allah de lo que sucedía dentro de esas dos tumbas

Abú Hurairah (Allah se complazca con él) relató que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “La purificación de los utensilios que hayan sido lamidos por un perro consiste en lavarlos siete veces, la primera con tierra”.

Los calzados que hayan sido alcanzados por alguna impureza se pueden purificar frotándolos en la tierra hasta que no queden rastros de la impureza.

5:Al-Bujári 5426, Muslim 2067.

6:Al-Bujári 5634, Muslim 2065.
7:Al-Bujári 1361; Muslim 292.
8:Al-Bujári 172; Muslim 279.

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