dimanche 13 mai 2007

Mi madre, mi mejor amiga

Mi madre, mi mejor amiga
by Muhammad Alshareef



Asir Bin Jabir narra: Cuando venían personas de Yemen, Omar les preguntaba, “¿Uwais Al-Qarani está entre ustedes?” Hasta que, un año, se encontró con Uwais. Él dijo, “¿Es usted Uwais Al-Qarani?” Él respondió, "Sí." Omar continuó, "¿De Murad, y Qaran?" Él dijo, "Sí." Entonces Omar le preguntó, "¿Estuvo usted alguna vez afligido con la lepra y su piel se curó menos un área del tamaño de un dirham (una moneda)?" Uwais dijo, "Sí." Finalmente Omar preguntó, "¿Tiene usted una madre (que aún está viva)?" El dijo, "Sí." Omar entonces dijo, "Escuché al Mensajero de Alá, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, decir, ‘Uwais bin Amir vendrá a ustedes con las delegaciones de Yemen, de Murad, y después de Qaran. Él fue afligido una vez con lepra y su piel se curó, todo menos un área del tamaño de un dirham. Él tiene una madre, y la trata amablemente.
Si en cualquier momento él jurara por Alá (por algo), Alá cumpliría su juramento. Si ustedes pueden, solicítenle que pida el perdón por ustedes.’ Omar entonces le pidió a Uwais, "Suplícale a Alá que me perdone." Y Uwais Al-Qarani lo hizo.

Alá, el Altísimo, nos ordena: “Tu Señor ha ordenado que sólo lo adoréis a Él y que hagáis el bien con los padres. Y si alguno de ellos, o a los dos juntos, le llega la vejez junto a ti, no les digas ‘uf’ ni los rechaces, sino que háblales con buenas palabras. Baja sobre ellos el ala de la humildad que viene de la misericordia y di; ¡Señor Mío! Ten piedad de ellos, al igual que ellos me criaron cuando era pequeño.” Capítulo del viaje nocturno o Al-Isra 17:23-24

Ad-Dailami recaudó de Al-Husain bin Ali, que el Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, dijo, "¡Si Alá supiera que existe un gesto más pequeño que ‘uf (tsk)’ para ser irrespetuoso a los padres, Él hubiera decretado que fuera Haram (prohibido)!" En Bukhari, un hombre fue al Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, buscando el permiso para hacer el Jihad (lucha en la causa de Alá). El Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, le preguntó, "¿Tus padres están vivos?" El dijo, "Sí." Él, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, dijo, "Realiza el Jihad (en tu amabilidad y buen comportamiento) con ellos."

Si alguien viniera a usted hoy y le ofreciera un almuerzo gratis, ¿Cuál seria su reacción? Sin duda usted sonreiría, hablaría amablemente con ellos, y reservaría un lugar especial en su corazón para su memoria. ¿Por qué será entonces que nuestros padres reciben sólo miradas frías y secas, palabras duras y tratamiento amargo mientras ellos son quienes están en nuestras vidas? Por veinte o treinta años nos alimentaron, nos vistieron, nos bañaron, y regaron su misericordia sobre nuestra piel. Su amor por nosotros nunca muere aunque nosotros estemos muertos, amor que va más allá de nosotros mismos, y llega a nuestros hijos y hasta a sus hijos.

Estimados Hermanos y Hermanas, todos tenemos padres, aunque estén o no con nosotros, y muchos no han entendido la severidad de sus posiciones en nuestras vidas y sus derechos de ser respetados y de ser reverenciados. Hoy quiero recordarle a ustedes y a mí de la verdadera posición de nuestros padres, que Alá les tenga misericordia a todos ellos.

Bir Al-Walidain es una característica de los Mu’min (Los piadosos). Al-Hasan Al Basri lo definió diciendo, "Al-Bir significa obedecer a los padres en todo lo que pidan a menos que sea desobedecerle a Alá. Uquq es repudiar a los padres, negándoles toda bondad.”

¡Por el Ijma (Consenso) del Ulema (Los eruditos del Islam), el ser respetuoso y obediente a los padres es Fard (Obligatorio)! Ibn Hazim dijo, “¡(Obedecer a los padres) es obligatorio!” y citó el verso: “Tu Señor ha ordenado que sólo lo adoréis a Él y que hagáis el bien con los padres.” 17:23

Para entender mejor el significado de Bir Al-Walidain (Amabilidad hacia los padres), los eruditos establecieron las siguientes condiciones:

• Uno: Él debe poner el placer de los padres sobre el placer de todos los demás, incluyendo de él mismo, su esposa e hijos. Todos.

• Dos: Él les debe obedecer en todo lo que ordenan y prohíben, aunque no coincida con sus deseos, a menos que ordenen desobedecerle a Alá.

• Tres: El debe darle a sus padres todo que el sienta que ellos deseen, si es que lo piden o no. Lo debe proveer con cariño y misericordia, entendiendo, en todo asunto, sus defectos en cumplir el cariño verdadero que sus padres se merecen.

El amor de Alá llega cuando nuestros padres nos aman a nosotros. Y la cólera de Alá llega cuando nuestros padres están enojados con nosotros. Ibn Abbas, que Alá este contento con él, dijo, “Hay tres cosas que no serán aceptadas si lo que las acompaña no se cumplió. (Y mencionó), “Hemos encomendado al hombre que trate bien a sus padres…Se agradecido conmigo y con tus padres.” Capítulo de Luqman 31:13

Ibn Abbaas continuó, “Entonces aquel que le agradezca a Alá y no les agradece a sus padres, Alá no aceptará nada de él.”

El Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, dijo, ‘El Placer de Alá es del placer de los padres, y la Ira de Alá, es de la ira de los padres.”

Pensemos en como muchos de nosotros tratamos a nuestros padres. Los ignoramos cuando necesitan algo. Nunca los visitamos si estamos lejos de ellos. En realidad, mucha gente los entrega a asilos de jubilación. Y cuando ocurre algún desacuerdo entre ellos y nosotros, muchos de nosotros les gritamos como si estuviéramos peleando contra nuestros peores enemigos. Que Alá nos protege a todos nosotros.

Comparen este comportamiento con el de los que vinieron antes de nosotros. Dhibian bin Ali ath-Thowri, que Alá este contento con él, viajaba con su madre a Meca. Ahí, en el calor inmenso, él excavaba un hueco pequeño y lo llenaba con agua fresca. Él volteaba a mirar a su madre para decirle, “Madre, siéntate en esta agua para que te refresques.”

Para muchos de nosotros, nuestros amigos son más valiosos que nuestros padres. Olvidadizos somos del tiempo que un hombre vino al Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, y le preguntó quién es mas digno de su compañía. Él, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, dijo, “¡Tu Madre!” El hombre siguió preguntando una y otra vez, y el Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, siguió contestando, “¡Tu Madre! ¡Tu Madre!” Hasta que en la cuarta respuesta él, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, dijo, “Tu Padre.” Hoy en día, cuando se nos pregunta, “¿Quien es tu mejor amigo(a)?” Cuantos contestarían, “¡Mi Madre!” Pero así es como se debe contestar e implementar la pregunta.

Lo que complace a nuestros padres viene antes de todo, a menos que sea una desobediencia a Alá. Los eruditos entendieron esto y establecieron un ejemplo para nosotros. Haiwah bin Shuraih, que Alá este contento con él, uno de los lideres de nuestra Ummah (comunidad), daba clases en frente de su casa. Durante la clase, su madre lo llamaba para que le diera de comer a las gallinas. Él se levantaba, dejaba su clase, y se iba a darle de comer a las gallinas.

Todos queremos que Alá acepte de nosotros, todos queremos llegar al Paraíso. Miren hacia abajo, queridos hermanos y hermanas, y encontraran que el Paraíso está en los pies de su madre.

Ahmad y An-Nasai narraron, de Mu'awiyah bin Jahimah As-Sulami: Mi papá, Jahimah, que Alá este contento con él, fue al Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, y le preguntó, “O Mensajero de Alá, me gustaría ir a pelear por el bien de Alá, y he venido a ti para que me aconsejes.” El Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, le preguntó, “¿Tu madre aún vive?” Él contestó, “Si.” “Entonces quédate cerca de ella,” aconsejó el Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, “¡Porque a sus pies, está el Paraíso!”

De la misma manera, causarles tristeza a nuestros padres o hacerlos llorar es una de las maneras de conseguir la cólera de Alá. Imam Ahmad narra, de Abdulá bin 'Amr ibn Al-Aas, que Alá este contento con ellos: Un hombre fue al Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, para darle su promesa de lealtad. Él dijo, “¡He venido para darte mi promesa de lealtad para Hijrah (Emigración)! Y dejé a mis padres llorando.” El Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, le ordenó, “Regresa, y de la misma manera que les has hecho llorar, hazles reír.” Ibn Omar, que Alá este contento con él, dijo, “¡Hacer que nuestros padres lloren es parte del Uquq, un pecado mayor!”

Sheikh al-Qasin dijo una vez, “¡Subhan Alá (Gloria a Alá)! ¿Como podemos dejar a nuestros padres sollozando lágrimas que causan que el trono de Alá tiemble, lágrimas que perturben a los ángeles en los cielos, y afirmar que queremos luchar en la causa de Alá, para que Alá este contento con nosotros? Regresen y háganlos felices con su visita de la misma manera que les causaron tristeza con su salida. Si se ríen y están contentos con ustedes, Alá estará contento también.”
Durante el entierro de su madre, Al-Harith Al-Akli, que Alá este contento con él, lloraba. Cuando le preguntaron cuál era la razón por su llanto, él dijo, “¿Cómo no voy a llorar si es que una de mis puertas al Paraíso se ha cerrado?”

Parte II:

Cosechamos lo que sembramos. En una tierra muy lejos, hace mucho tiempo, un niño nació ciego. Su madre enviudada, una buena musulmana, nunca perdió la esperanza en sus suplicas y sus oraciones que hacia continuamente. Unos años después, la vista del niño regresó, Alabado sea Alá.
Ella se dio cuenta que su pueblo no era un buen lugar para que su hijo se superará en la educación islámica, entonces migraron a Meca. Ella vio que en Meca le enseñaban Corán y Hadith (Las tradiciones y dichos del Profeta), el Hadith siendo el enfoque principal del niño. Él fue por todas partes reuniendo Hadith y compiló un libro de Hadith que se compara en autenticidad al mismo Corán, nunca olvidando que su madre fue quien lo crió bien. Su madre lo llamó Muhammad ibn Ismail, pero muchos de nosotros lo conocemos hoy como: ¡Al-Imam Al-Bukhari!

Queridos hermanos y hermanas, ¿Con qué frecuencia un granjero siembra el trigo y cosecha girasoles? Ustedes dirán, ¡Nunca! ¿Cómo puede una persona cultivar la semilla de una planta y esperar que otra planta crezca? Eso no sucede. Similarmente, algunos padres dejan a sus hijos en la presencia de la televisión, música, películas, y amigos incrédulos. Después, cuando el niño llega al último año de la escuela secundaria, y pide permiso para ir al baile final con una enamorada, o cuando entra a la universidad y para de rezar, o cuando se casa con una incrédula y se convierte en incrédulo, entonces los padres dicen, “¿Qué paso?”

Hermanos y hermanas, es la cosecha de lo que sembramos. ¿Si es que no criamos a nuestros hijos para ser obedientes, dónde esperamos que ellos aprendan? ¿Si es que nosotros no practicamos el Islam, quien va a ser el ejemplo para nuestros niños? ¿Cómo le enseñas a tu hijo que se levante para Fajr (El rezo de la madrugada), cuando él ve que sus padres están durmiendo día tras día? Usted pregunta, ¿Cómo puedo criar a mis hijos como buenos musulmanes, obedientes a sus padres? Consideren lo siguiente:

Antes que nada: Uno debe disciplinar a sus niños a través de su juventud. Hisham ibn Abd Al-Malik no vio a su hijo en Jumuah (La congregación del viernes) una semana. Cuando lo vio más después, le preguntó, “¿Por qué faltaste a Jumuah?” Su hijo respondió, “Mi asno no pudo hacer el viaje.” Su padre le dijo, “¡No pudiste caminar!” Por un año entero después, Hisham ibn Abd Al-Malik hizo que su hijo caminara a Jumuah cada semana.

En segundo lugar: La piedad del padre y la madre alcanza a los niños. En el Corán, Alá nos recuerda la historia de Khidr, y como él reconstruyó una pared por dos huérfanos: “Y en cuanto al muro, era de dos muchachos de la ciudad que eran huérfanos y debajo del mismo había un tesoro que les pertenecía. Su padre había sido de los justos…” Capítulo de la caverna o Al Kahf 18:81
Miren cómo Alá protegió a estos huérfanos a causa de la piedad de su padre. ¡En el tafsir (La interpretación), se dice que era su abuelo de siete generaciones atrás! Said ibn Jubair dijo, "Yo a menudo alargo mi oración por el bien de mi hijo, quizás Alá lo pueda proteger (a causa de la oración)."

En conclusión, reflejemos sobre las virtudes de respetar a nuestros padres:

• Es una de las obras más grandes que podemos hacer. En Bukhari y Muslim, de Abdulá ibn Mas'ud, que Alá este contento con él, un hombre le preguntó al Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, "¿Qué acto es más querido por Alá?" Él, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, dijo, "Salah (La plegaria) a tiempo." El hombre preguntó, "¿Y entonces?" Él, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, dijo, "Respetar y reverenciar a los padres." Él dijo, "¿Y entonces?" "Jihad (Luchar) por Alá."

• Es un medio para Alá perdonar nuestros pecados. Cuándo Alá ordenó en el Corán: “Y le hemos comentado al hombre que haga el bien a sus padres.” El próximo verso nos dice: “Esos son a los que se le aceptara lo mejor que hayan hecho y se les pasaran por alto las malas acciones que hayan cometido; junto a los compañeros del Jardín. Capítulo de las dunas o Al-ahqaaf 46:14-15

• ¡Respetar a nuestros padres nos llevará al Jennah (Paraiso)! En Muslim, de Abú Hurairah, que Alá este contento con él: Oí al Mensajero de Alá, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, decir, “¡Que perezca! ¡Que perezca! ¡Que perezca!" Se le preguntó, "¿Quién, O Mensajero de Alá?" El Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, dijo, "Aquel cuyos padres alcancen la vejez durante su vida, uno o ambos, y él no entre al Paraíso (a causa de su bondad hacia ellos)."

Y aún cuando nuestros padres no estén, la bondad hacia ellos no termina.

Malik ibn Rabiah Al-Saidi narró: Nosotros estábamos sentados con el Mensajero de Alá, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, cuando un hombre de la tribu Ansar vino y le preguntó, “¿O Mensajero de Alá, queda algo de mi Bir hacia mis padres que debo darles después de su muerte?” El Profeta, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, dijo, “Sí, cuatro cosas: Rezar y pedir el perdón para ellos. Cumplir sus promesas. Ser amable con sus amigos. Y mantener las relaciones de parentesco que vienen de ellos. Eso es lo que queda de tu Bir hacia ellos después de sus muertes.”

- De Ahmad, Abu Dawud, y Ibn Majah: Ibn Abdulá ibn Az-Zubair, que Alá este contento con él, dijo, "Mi padre murió, y por un año entero yo no le pedí nada a Alá excepto que perdonara a mi padre."

¡Recuerden, queridos hermanos y hermanas, cuando se encuentren con sus padres hoy, las palabras del Mensajero de Alá, que la paz y bendiciones de Alá sean sobre él, "¡Fa fihima fa Jahid! Hagan Jihad con (el tratamiento amable de) sus padres."

O Alá, perdónanos y a nuestros padres, y gratifícales con la mejor recompensa. O Alá, eleva su posición en este mundo y en su vida próxima; haz que todo lo que les acontece sea una expiación por sus pecados. O Alá, garantízales residencia en Firdaus, el nivel más alto del Jennah (Paraíso), con los Profetas, los Siddiqin (Sinceros) y los Mártires.

Amín.

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